Encerrados en casa
Los niveles de vida han incrementado la esperanza de vida en las últimas décadas, pese al estancamiento desde principios del siglo XXI y el descenso de la esperanza de vida media que ha acaecido durante 2020 se espera que la población humana incremente la media de edad durante los próximos años, lo cuál desembocará, sin ninguna duda, en un porcentaje cada vez más grande de personas mayores que contarán con algún problema de movilidad.
Ahora imagínate, en una casa con escaleras, o en un portal de un edificio con 25 o 30 escalones, ¿nada del otro mundo verdad? De hecho, es muy común encontrar viviendas unifamiliares en las que hay que subir una primera tanta de escalones, 5 o 6 nada más, para acceder a la puerta de entrada. Cada vez que queremos entrar con el carro de la compra es un faena, ¿a qué sí?
Quién haya sufrido alguna lesión que le haya tenido una temporada anclado a una silla de ruedas o a unas muletas lo entenderá, unas escaleras pueden ser un obstáculo insalvable o que lleva muchos minutos sobrepasar. Y mucho esfuerzo y dolor, dolor de verdad.
En mi casa, hace unos años, tuve un leve accidente de moto, me rompí un brazo y una pierna, lo cual me tuvo unas ocho o nueves semanas (ya ni me acuerdo) postrado en una silla de ruedas, sin apenas poder salir a la calle. Por desgracia, el acceso a mi vivienda no tenía ningún tipo de salvaescaleras, lo cuál hubiera sido la salvación, ya que me hubiera permitido al menos salir a la calle sin tanta ayuda.
A causa de este problema mi única alternativa fue volver a casa de mis padres temporalmente, no estuvo mal, la verdad es que me trataban bien y al menos tenía compañía. Aunque ellos no tenían tampoco salva escaleras de acceso al edificio…
Ahora bien, pensando en ellos, obviamente mayores que yo, emprendí una cruzada en mi edificio, y en el suyo, muchas personas mayores no pueden salir de casa porque el obstáculo de las escaleras es demasiado grande para ellos; o lo que a mi juicio es aún más grave, hay personas que viven encerradas en una planta de su casa porque en su momento les pareció buena idea tener una casa con varias plantas, pero a la hora de la vejez, no instalaron un salvaescaleras para subir y bajar sin problemas. De ahí la importancia de estos aparatos que facilitan la vida a nuestros mayores.