Ser gilipollas pasará a considerarse discapacidad a partir de 2026

El Consejo de Ministros aprobó ayer, con 176 votos a favor, la nueva Ley de Inclusión Intelectual Disfuncional (LIID), que incluirá oficialmente la gilipollez crónica dentro del catálogo nacional de discapacidades reconocidas. La normativa entrará en vigor el 1 de enero de 2026 y se aplicará con carácter retroactivo a varios miembros del Congreso.

“No es una enfermedad, es una condición persistente que afecta a la toma de decisiones, la capacidad crítica y el sentido común básico”, explicó la ministra de Igualdad del Pensamiento, Nieves Recodo.

La ley define al “gilipollas funcional” como aquel individuo que, “teniendo acceso a educación básica, repite consignas sin contrastarlas, cae sistemáticamente en bulos de WhatsApp, comparte vídeos de tertulianos gritándose y cree que los semáforos con género son una prioridad nacional”.

Requisitos para la acreditación

Para ser diagnosticado, se deberá superar al menos 4 de los siguientes 7 ítems:

  1. Comentar “esto con Franco no pasaba” en más de tres conversaciones al mes.
  2. Ir al gimnasio solo para subir stories con filtros de león.
  3. Llamar “libertad de expresión” a insultar a camareros por pedirte mascarilla.
  4. Pensar que el cambio climático es “una moda de pijos”.
  5. Enviar audios de más de 6 minutos sin aviso previo.
  6. Decir “yo no soy racista, pero…” y seguir hablando.
  7. Seguir votando como si no te afectara.

Quienes cumplan el perfil podrán acceder a ayudas específicas, entre ellas:

  • Subvención para la adquisición de casco moral blando.
  • Plaza de parking en debates públicos.
  • Excención de participar en discusiones familiares los domingos.

Reacciones mixtas

Mientras la Asociación Nacional de Personas Gilipollas (ANG) celebra la decisión como “un avance histórico”, desde la oposición denuncian que es un “ataque a los votantes medios” y que “el Gobierno busca acaparar el monopolio de la idiotez institucionalizada”.

Por su parte, el 86% de la población ya ha comenzado a sospechar si cumple los requisitos. Un 17% se ha inscrito voluntariamente para recibir el certificado, alegando: “yo ya venía notándolo en las reuniones del trabajo.”

¿Qué pasará con los políticos?

La ley establece que quienes hayan demostrado conductas gilipollescas en ejercicio de cargos públicos podrán acogerse a jubilación anticipada sin necesidad de justificante médico, solo con imprimir sus propios tuits.

«Estamos viviendo una era inclusiva», concluyó Recodo.
«Y los gilipollas también merecen vivir con dignidad. Pero lejos de los botones nucleares.»

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