La división política en España llega a la marcas
España está más polarizada que hace 15 años, hasta el año 2004 la política en España se había estancado en el bipartidismo, con una cómoda rotación entre PP y PSOE que tenía pocas diferencias en la praxis. Fue en el año 2004, con los atentados del 11 de Marzo de ese mismo año en Madrid, y las reacciones de ambos bandos, cuando empezaron a separarse las izquierdas primero, y las derechas después, dando cada vez como resultado posiciones más extremas.
Los nacidos en los 70 aún habían vivido la transición y el «centrismo», el «no meto con nadie que todo es mejor que Franco», los nacidos en los 80, que empezaban a votar a principios del años 2000, ya no tenían esa perspectiva y se iban progresivamente radicalizando, pero es con la generación de los 90, ya lejos de los tabúes y con acceso a redes sociales desde su infancia, que la radicalicación se ha ido convirtiendo en tónica general, y parece que la escalada prosigue.
Fue la izquierda, con Podemos, la que abrió la primera brecha, al «socialismo de verdad», que reniega del Marxismo, pero habla abiertamente de intervencionismo de estado en los mercados (PSOE desde los 80 es un partido prácticamente liberal-progresista alejado de su fundación marxista), en la década del 2010, ser de izquierdas era ser el bueno y estaba de moda.
Con la popularización de Ciudadanos asistimos al mismo fenómeno pero en la derecha, un partido más liberal que el PP en lo económico, aunque un poco menos conservador y alejado de la iglesia. Ya uno podía decir abiertamente «yo soy liberal-progresista» sin mucho miedo.
Y entonces llegó Vox, para recoger los votos de los que añoran el Franquismo, los que tienen un punto de vista demasiado sencillo de lo que es España, y los «jóvenes fachillas» que quieren que los que no piensan como ellos reciban «un par de hostias» y que el dinero y posición de sus padres les proteja de que «gente pobre de clase baja» les quite oportunidades.

Política en las Marcas
Tradicionalmente lo saludable para una marca era declararse neutral en todo asunto político, pero esto ha cambiado en los últimos años, por dos razones:
1. La democratización del márketing
Ahora es más sencillo que antes fundar un negocio y una marca, esto ha provocado que grupos de carácter político ramifiquen una parte de su esfuerzo a generar ingresos por vías no tradicionales, en este caso el comercio, sobre todo en internet.
2. Las redes sociales
Las redes sociales han puesto en más de un brete a las marcas que han tenido que acabar posicionándose, aunque en la mayoría de los casos lo han hecho de la forma más neutral posible, han tenido que apoyar causas (en contra del cáncer, por ejemplo), apoyar personas, elegir un equipo favorito, etc…
Este fenómeno parece que va a ir creciendo, entre los ejemplos recientes tenemos unonueveocho, marca que se ha hecho famosa por su ropa republicana que luce Pablo Iglesias, y Con la bandera de España, en el lado opuesto, que apuesta por el orgullo nacional.