Aitor Tilla, despedido de La Voz Popular por meterse con quien no debe

Contundente. Durante las últimas semanas ha estado caliente la redacción de La Voz Popular debido a la polémica suscitada con la veracidad de ciertos contenidos y entrevistas publicadas en el medio. La dirección de este medio no quiere poner en juego su reputación y ha decidido tomar las medidas pertinentes para garantizar la calidad de siempre y un periodismo de nivel, como el que estamos acostumbrados a ver en España.

Ver entrevista a Flos Mariae

Aitor Tilla, en el ojo del huracán

El principal involucrado en este tema ya salió a luz pública en distintas redes sociales y publicaciones de Internet debido a la publicación de contenido poco ético y en contra de los principios del periodismo y de nuestra filosofía…Que no, todo mentira, lo han echado por meterse con quien no debíe, y punto.

El último adiós a Aitor Tilla

El último adiós a Aitor Tilla

Aitor ha sido el chivo expiatorio de una trama muy gorda, una persecusión político/religiosa en la que jamás imaginó verse involucrado. No es que en La Voz Popular seamos malos, el propio Aitor supo reconocer que se metía en un problema grave y que las consecuencias eran las esperadas. Mientras recogía un portarretratos de 50×50 cms en los que aparecían sus 19 hijas, que ahora no tendrán para comer, lo entrevistamos con el morbo que esto suponía:

«Yo no hice nada malo. O al menos no esta vez. Hemos hecho cosas mucho peores que no han sido castigadas, pero aquí hay intereses de por medio. Pero no pasa nada, el Señor es mi pastor, nada me falta, salvo la pasta. Esa se la llevan otros»

Cuestionado por si esto iba dirigido a alguien en particular, contestó, algo aturdido, algo que no nos quedó muy claro:

«No lo sé. Ahora mismo no sé ni qué decir, estoy atrapado, como…algo en un sandwich, pero no algo lácteo…¿tal vez como una loncha de mortadela? No sé. Jesús, quiero ser como tú».

Y así, con una pequeña caja entre manos -y el portarretratos-, el Licenciado Tilla abandona la redacción por la puerta de atrás, literalmente, que da directo al parking. A pesar de su tristeza, se le ve tranquilo, porque sabe que perdonar es de buenos cristianos.

«Here’s looking at you, kid»

Así nos despedimos de Aitor Tilla

Así nos despedimos de Aitor Tilla

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