Que no falte el jamón
La frase más odiada de este año «la situación que estamos viviendo» no ha evitado que las familias españolas disfruten de los más importante (para muchos) de las fechas navideñas, el jamón.
Dicen que unos de los síntomas más comunes de nuestra querida pandemia es la anosmia, también conocida como «perder el olfato», parece que a los españoles no nos afecta tanto si de un buen jamón ibérico como el de Legado Ibérico se trata. Y es que el aroma de un buen jamón, no hace falta tener nariz para sentirlo.
Y es que el jamón nos une, el jamón siempre es la excusa para que el cuñado de turno exhiba sus habilidades con el cuchillo jamonero (cortando el jamón, claro), o es el medio que guía el debate de los que van de «entendidos» y saben decirte cuántos años tenía el cerdo y cuánto tiempo lleva curando el jamón …
Las familias no están faltando a su cita, ya vemos por las calles a gente cargando jamones, y es que es tan fácil como acercarse al súper y traerte la pata que más rabia te dé. ¡Sí, baja ahora mismo a comprar tu jamón!
Una de las pocas cosas que van a permanecer «normales» en estas cenas de Navidad será sin duda, el jamón.
El lado positivo de estas Navidades tan especiales
La familia es lo primero, y el jamón es lo segundo, las limitaciones que vamos a vivir estas navidades tienen también su lado positivo:
- A tu cuñado le podrás silenciar en zoom.
- Tus sobrinos no vendrán a gorronear.
- La suegra ahora es «de riesgo» y es mejor que se quede en casa, que tú vas mucho en metro.
- Tocamos a más jamón en las cenas, que somos menos gente.
